Cuando los Padres e Hijos Tienen Diferente Cultura y Raíces

Muchos dicen que emigran a Estados Unidos no solo por las oportunidades de trabajo sino también para que los hijos tengan una mejor educación que pueda resultar en una mejor vida para ellos. Como padres queremos inculcarles a nuestros hijos nuestras creencias al igual que nuestra cultura para que ellos sigan con las tradiciones.

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Es importante reconocer que nuestros hijos tendrán una vida diferente que la de nosotros. En cuanto a la cultura, ellos van aprender no solo de nuestra cultura mexicana sino también la cultura estadounidense. Los hijos piensan diferente, tienen nuevos valores, nuevos hábitos y nuevas costumbres. Como padres esto nos puede llevar a tener un desafío con nuestros hijos al no poder entender su punto de vista. ¿Si uno se pone a pensar, cual es la diferencia en cómo piensan los padres y cómo piensan los hijos?

Perspectiva Cultural de los Padres

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Cuando los padres emigran a este país tienen la tarea de no solo proveer para su familia sino también acoplarse al aprender de la cultura local. Esto se hace más difícil cuando uno no sabe el idioma. Es fácil mantener nuestra propia cultura y tradiciones, pero no tanto para nuestros hijos. Que debemos hacer como padres? Tenemos que educar a nuestros hijos con los valores y modelos educativos de ambos países. Si nosotros no aprendemos de esta nueva cultura se nos va hacer más difícil entenderles a ellos. Nuestra primera reacción quizás sea que nuestros hijos deban obedecernos y seguir cualquier práctica. Queremos que ellos sigan las normas de nuestra cultura. Nuestra forma propia de ser y pensar ya ha sido establecida y quizás no cambien mucho. Aunque ellos tienen mucho por aprender, tenemos que darles su espacio. Poco a poco uno va aprendiendo que nuestros hijos tengan que decidir por sí mismo cuando crezcan.

Perspectiva Cultural de los Hijos

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Se dice que los hijos de emigrantes viven en el entremedio de dos culturas, la cultura de uno como padre y la nueva cultura donde residen. Al vivir en Estados Unidos, nuestros hijos desarrollan una identidad propia aparte la de nosotros. Puede ser que ellos desarrollen una visión más amplia de la vida. Ellos pueden tener una mayor apreciación a otras culturas y minorías el estar rodeado de ellas. Ellos pueden estar más familiarizados con esta nueva sociedad y pueden comparar y evaluar las dos culturas.

Nuestros hijos tienen un reto en sus vidas. Ellos pueden adquirí cualidades
que se valoran en esta sociedad como el individualismo. A la vez tiene que ajustarse a las tradiciones de nuestra cultura y familia. Por ejemplo, nuestras hijas tienen la oportunidad de aprender sobre sus derechos como mujeres y luchar por esos derechos. Pero a la vez, quizás tengan que acoplarse con el modelo tradicional de mujer de nuestro país. Si no lo hace, puede dar la impresión de que uno no apoya a la familia y es desleal con la familia.

No es facial vivir entre dos culturas. Uno como hijo tiene que reconocer el sacrificio que nuestros padres hicieron para venir a este país y quizás queremos cumplir con sus expectativas culturales. A la misma vez, tienen que adoptar una nueva cultura y luchas por su propio futuro.

Solución Generacional y Cultural

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Al cruzar la frotera para vivir en este país van a haber varios conflictos de padre a hijo. Muchos de ellos van a ser conflictos de cultura. Es importante que reconozcamos que no hay solución fácil. Los padres piensan diferentes que los hijos al igual que los hijos de los padres. Es importante reconocer que uno puede comenzar con el dialogo para encontrar una solución y resolver cualquier problema. La comunicación es muy importante para poder resolver problemas y mal entendimientos. Si no hay diálogo entre uno eso crea distancia e incomprensión entre padre e hijo.

Quizás uno puede llegar a un acuerdo mutuo donde el amor y respeto pueda vencer dentro la familia. Los hijos al igual como padres podemos tener un respeto mutuo y aprender el uno del otro para vivir una vida feliz.

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