El poder de la gratitud

Por Adriana Bataille

Más allá de la relación entre ser agradecido, los buenos modales y valorar lo que tenemos, en años recientes los científicos han descubierto cómo reacciona el cerebro cada vez que experimentamos gratitud.

De acuerdo con estudios realizados por el Dr. Glenn Fox, investigador del Brain and Creativity Institute de la University of Southern California, cuando las personas experimentan un sentimiento de gratitud, el cerebro activa las áreas que incluyen la corteza prefrontal responsable de los sentimientos de recompensa, de la cognición moral, de los juicios de valor subjetivos, de la equidad y de la toma de decisiones económicas. Dentro de la complejidad cerebral, la gratitud teje redes neuronales vinculadas con nuestro comportamiento social que ayudan a fortalecer la salud mental, física y emocional de las personas. Los beneficios que aporta la gratitud son tan relevantes que indiscutiblemente necesitamos practicar  la gratitud con mayor frecuencia durante todo el año y no únicamente cuando vamos a celebrar la temporada festiva.

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Beneficios de la gratitud comprobados científicamente:


Activa el metabolismo

Un estudio realizado en la Universidad de Harvard confirma que escribir o decir en voz alta las razones por las cuales una persona se siente agradecida, hace que el cerebro se impacte de forma notable y, por otro lado, ayuda a mejorar funciones en el organismo relacionadas con dormir, comer y beber, activando el metabolismo y reduciendo los niveles de estrés. Lo que significa que la gratitud, ayuda a remodelar las vías neuronales y reconectar el cerebro para que piense de forma más positiva, aumentando su capacidad para manejar la depresión y disminuir el dolor físico.

Estimula el hipotálamo

Sentir gratitud, estimula el hipotálamo al inundar al cerebro de dopamina, sustancia química responsable de producir la sensación de bienestar, felicidad, placer y vitalidad. Por otro lado, al expresar gratitud, ayudamos a nuestro cuerpo a reducir el cortisol, que es la hormona encargada de producir estrés.

Genera mejores relaciones.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Emotion, el acto de agradecer a las personas que te rodean estimula y reconoce sus acciones y conduce a crear nuevas oportunidades para generar lazos afectivos sanos.

Incrementa la salud física.

Según un estudio en Personality and Individual Differences, las personas agradecidas experimentan menos dolores, reportan sentirse más sanas y muestran más interés en el cuidado de su salud. Son personas que practican ejercicio con mayor frecuencia lo que contribuye a que sean más longevos.

Enriquece la salud psicológica.

El agradecimiento, reduce una variedad de emociones tóxicas, como la envidia, el resentimiento, la frustración y el arrepentimiento. El destacado investigador de la gratitud Robert Emmons, ha realizado múltiples estudios sobre el vínculo entre la gratitud y el bienestar. Su investigación confirma que la gratitud efectivamente aumenta la felicidad y reduce la depresión.

Mejora la empatía y reduce la agresión.

Con base en un estudio de la Universidad de Kentucky, las personas agradecidas son más sociales y tienen menos probabilidades de tomar represalias en contra de otros, incluso cuando recibían retroalimentación negativa. La gratitud genera en las personas mayor sensibilidad y empatía y un menor deseo de venganza.

Contribuye a dormir mejor.

Un estudio publicado en Psicología Aplicada: Salud y Bienestar, afirma que escribir un diario de gratitud mejora el sueño. Tomarse 15 minutos anotando sentimientos de gratitud antes de acostarse, puede ayudarte a dormir mejor y más tiempo.

Mejora la autoestima. Un estudio publicado en el Journal of Applied Sport Psychology encontró que los grupos de atletas que practican la gratitud, aumenta la autoestima de los deportistas generando un rendimiento óptimo. Otros estudios aplicados en el mundo del deporte han demostrado que la gratitud reduce en los participantes las comparaciones sociales, haciendo a un lado las diferencias económicas o sociales y permitiendo que los deportistas sean capaces de apreciar y aceptar los logros de otros participantes tanto a nivel individual como por equipo.

Desarrolla la fortaleza mental.

Durante años, diferentes investigaciones han demostrado que la gratitud reduce el estrés, y desempeña un importante papel en la superación del trauma. Un estudio publicado en Behavior Research and Therapy demostró que los veteranos de la guerra de Vietnam con mayores niveles de gratitud experimentaron tasas más bajas de trastorno de estrés postraumático.
El Diario de Personalidad y Psicología Social encontró que la gratitud fue un importante contribuyente a la resiliencia después de los ataques terroristas del 11 de septiembre.

Reduce las emociones tóxicas.

Emociones como la agresión, la envidia, los celos y el resentimiento causan estragos en su salud y pueden llevarlo a dañar a otros emocional, mental o incluso físicamente. La gratitud disminuye el anhelo y el descontento que genera estas emociones tóxicas, lo que te hace más feliz con tu propia vida y te brinda más empatía por otras personas.

La gratitud puede convertirse en una forma de vida, y al desarrollar el hábito simple de contar nuestras bendiciones, podemos mejorar el grado en que somos verdaderamente bendecidos.