Carta para mi Familia en México

Por Rocio Monroy

Querida familia:

Hoy me he despertado pensando en cada uno de ustedes. Las cosas que vivimos juntos. Y las muchas veces que soñamos que construiríamos nuestras casas cerca el uno del otro. Quien iba a decir que las cosas cambiarían tanto para nosotros. Esta mañana, mientras luchaba con todas mis fuerzas para pararme de la cama, recordé como mi sacrosanta madre me levantaba a gritos en cuanto el sol se asomaba por la ventana.

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–¡Anda ya párate que se te van a pegar las sabanas! –me decía.

Aquí el frío me ata a mi cama y no me deja levantarme y no hay quien, con palabras de motivación, me ayude a salir de un salto de mi cama. Poco a poco me he dado cuenta de que los mexicanos no nacimos para la nieve. Mi piel de color olivo necesita los rayos del sol que nunca desaparecen en México.

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Otra de las cosas que recuerdo es como el camión de la basura pasaba por la calle más rápido que los carros de la película de Fast and Furious y tenía que salir a ayudarle a mi madre con las bolsas de la basura, pero no sin antes cambiarme de ropa en menos de 5.5 segundos, porque no había forma de que los vecinos me vieran en fachas. Por qué podría haber sido floja pero aun así era muy fashionista.

Quien me viera ahora, yendo a la tienda a comprar con mis pijamas puestas y mis pantuflas de conejitos, sin impórtame lo que la gente dirá, ya que después de todo yo no soy la única.

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¿Me pregunto qué dirían las tías que a todos se comían vivos en las fiestas?

Esas tías que en los quince años se colgaban hasta el molcajete y se ponían sus mejores trapos para bailar unos cumbiones hasta el amanecer. Y se terminaban las botellas de tequila y cantaban a todo pulmón junto con el mariachi.

Aquí ya no voy a fiestas como solía hacerlo. De hecho, no recuerdo cuando fue la última vez que tuve que ir al salón para que la chica de la estética me pintara el cabello y me hiciera un buen manicure. Mi calendario ya no está lleno de eventos sociales, ni de fiestas de todos los primos. Ahora solamente me acuesto frente al televisor con los subtítulos puestos mientras como papitas con limón y valentina.

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Me gustaría decirles que los veré pronto, pero esa es una promesa que no puedo hacer por ahora. Viviendo por estos rumbos uno nunca sabe que pasará el día de mañana. Ya sé que muchos de ustedes me dirán,

–Ya vente para acá.

–¿Qué haces por allá sufriendo?

Sí, definitivamente, algunas veces sufro. No me siento con la misma libertad que sentía en México. Aquí la gente te mira raro por lucir de una forma diferente. Y si al hablar tienes un acento, de inmediato piensan que no entiendes su idioma. Muchas veces todo esto me desanima y me hace desear agarrar mis chivas para regresar a mi hogar. Ese es el momento en que pienso en ustedes. Ustedes son los que me mantienen de pie, y aunque siempre habrá un hueco en mi corazón por su ausencia, el saber que mi familia me apoya desde el otro lado del border, me hace caminar derecha y segura de mí misma.  Me hace decirme,

–Sí se puede, porque soy mexicana y nací para triunfar.

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Con cariño,

               Una inmigrante que dejó su hogar para ir en busca de algo “mejor”.

Sobreviviendo a la Distancia que se Siente Después de los Días Festivos

Una vez terminado el día de San Valentín, es hora de lidiar con los sentimientos que trae la distancia. Cuando estás separado de tus seres queridos, ya sean padres, cónyuges, hijos, familiares o solo amigos, se puede desarrollar una sensación de pérdida. Muchos inmigrantes sienten esta separación diariamente. Este sentimiento puede ser abrumador durante los días festivos. A continuación hay algunas formas que pueden ayudar a aliviar este sentimiento durante y después de los días festivos.

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Videollamadas en Facebook o WhatsApp

Facebook se está convirtiendo en un recurso común para la conexión con miembros de la familia en México. Nuestra familia lo usa semanalmente (a veces más) para estar conectado con mi suegro y mi cuñada, entre otras familia y con amigos. Con Facebook o WhatsApp, podemos evitar la tarifa asociada con las llamadas y tener la capacidad de ver a nuestros seres queridos y compartirnos con ellos. Aunque esto no quita toda la ansiedad de separación, ciertamente ayuda. Solo poder conectar es un estallido de felicidad.

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Libros de fotos

Otra gran opción para mantener a los miembros ausentes cerca cuando estás separado es hacer libros de fotos. Una forma de hacer esto es hacer un libro de todos los eventos festivos. La comida, los asistentes, e incluso las decoraciones. Entonces puedes enviárselas. Esto también se puede hacer haciendo un libro en familia durante las celebraciones. Este libro podría estar lleno de fotos de familiares ausentes. Esto dará una razón para discutir sobre las personas ausente sin que sea una fuente de tristeza. Esto también crea recuerdos familiares que serán adorados cuando se reúna con sus seres queridos. Otro gran uso de estos libros de fotos es para los padres o abuelos que no pueden ver el nacimiento de nuevos hijos. Sus vidas pueden documentarse en estos álbumes de fotos, lo que permite a los miembros ausentes apreciar estos momentos también.

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Llamadas telefónicas y mensajes

El recurso final para curar sus tristezas durante y después de las fiestas son las llamadas telefónicas y los mensajes. Aunque no es lo mismo que las conversaciones de video, las llamadas telefónicas pueden brindar un inmenso confort. Los mensajes también tienen un efecto calmante. Ambos métodos le brindan una conexión y una sensación de cercanía que le ayudará en la incomodidad de estar separado. Solo escuchar la voz de una persona puede desencadenar sus emociones liberando las endorfinas que estimulan a su cuerpo a la felicidad. Es posible que esto no sea un efecto a largo plazo, pero ayudará a superar los días más difíciles. Esto le permite involucrar a sus seres queridos donde quiera que esté de una manera pequeña. Solo un mensaje que dice “Te amo” o “Te extrañamos”, y la respuesta resultante permitirá que ambas partes se beneficien.

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Estar separado es difícil, sobretodo en estos tiempos de pandemia, pero elegir mantener a sus amigos y familiares durante y después de los días festivos en cualquiera o en todas las formas mencionadas anteriormente, puede hacerlo un poco más fácil. Asegúrate de involucrar a toda tu familia en estas actividades y recuerda hacer recuerdos en el camino.