Ahora que la escuela está de vuelta, un viejo problema surge nuevamente, la intimidación. La intimidación se presenta de muchas formas y, con demasiada frecuencia, las personas con autoridad no lo consideran intimidación o justifican medidas correctivas hasta después de que alguien ha sido lastimado físicamente. Sin embargo, la intimidación no se trata solo de violencia física. Puede ser burlarse, empujar, pegar, señalar a alguien y muchas otras formas que no dejan marcas físicas sino cicatrices emocionales. Muchos les dicen a los niños, no se enojen porque sus sentimientos fueron heridos, no se dan cuenta de las múltiples veces que esto sucede y no ven el daño que realmente está causando.

 Los ataques emocionales y las agresiones verbales se vuelven cada vez más prominentes a medida que la agitación racial que los niños ven todos los días se alimenta cada vez más. Los inmigrantes están viendo una gran parte de estos ataques debido a la mentalidad que está creciendo en ciertos sectores de los Estados Unidos. Por esta razón, es de suma importancia que, como padres, aprendamos a buscar los signos secretos de la intimidación. Para ayudar a nuestros hijos, necesitamos ver las señales que nos indican que hay un problema.

Aislamiento

Cuando los niños sienten que no se les está escuchando o que no tienen con quién hablar sobre sus problemas, tienden a retirarse de todo. Cuando están siendo intimidados, a menudo hacen esto para evitar la confrontación o la conversación sobre lo que está mal. No es que todos los niños que están aislados en su habitación estén siendo intimidados, pero el aislamiento es una señal que debería llamar su atención. Hable con sus hijos y evalúe sus reacciones para comprender la causa del aislamiento. Después de todo, podrían ser adolescentes y no querer ser molestados, aunque es mejor saberlo y vigilar la situación.  

Tristeza 

La tristeza es algo que todos los niños experimentan de vez en cuando. Más aún a medida que crecen y se ven rodeados por el drama que es la escuela secundaria. Sin embargo, es vital que busquemos períodos prolongados de tristeza u otros signos que se muestran para indicar un problema mayor. La tristeza que se acompaña del aislamiento mencionado anteriormente puede significar un problema grave. Muchos de los que están siendo acosados ​​emocionalmente en la escuela lo intentarán ellos mismos, que es lo que lleva a esta tristeza y aislamiento. 

Pérdida de Interés 

Cuando un niño está deprimido o molesto, a menudo perderá interés en las cosas que le encantan hacer. Si bien esto puede ser normal, también puede indicar un problema. Cuando los niños son molestados en la escuela, a menudo pierden interés en todo lo que asocian con la intimidación. El año pasado, uno de mis hijos estaba siendo molestado por ser hispano y varias veces le dijeron que solo jugaba fútbol debido a su raza. Él, a su vez, dejó de jugar el único deporte que había disfrutado desde que era pequeño. Al reconocer esto como un problema, pude detener un patrón de acoso que no se había controlado. Abordamos el problema y ahora disfruta jugar de nuevo. Los niños tienen muchos intereses diferentes y un cambio repentino podría ser una alerta a un problema subyacente.

Patrones de Sueño Anormales 

La intimidación puede provocar un cambio en los patrones de sueño de un niño. Del sueño excesivo a no dormir en absoluto. Los desencadenantes emocionales pueden hacer que una persona esté excesivamente cansada o llenarla de miedo a dormir. La depresión a menudo hace que el cuerpo se canse, lo que hace que la persona necesite mas tiempo para dormir para adaptarse al estrés. La intimidación también provoca pesadillas y puede ser una causa para que los niños estén más cansados ​​de lo normal o no tengan ganas de dormir, para evitar los sueños. 

Hablando Mal de Uno Mismo

Una señal final de un problema de intimidación es hablar mal de sí mismos. Cuando un niño escucha lo mismo una y otra vez, comienza a creer lo que se dice. Esto es cierto para comentarios raciales, comentarios despectivos sobre el peso y más. Los niños a veces recurren a hablar mal de sí mismos o a hacer bromas a su costa. Este abuso personal se debe a la idea de que si lo hacen primero, otros no lo harán. El comportamiento autocrítico como este puede ser dañino tanto emocional como psicológicamente. Es importante que se les enseñe a los niños que esta no es una forma de lidiar con la intimidación y que nosotros, como padres, damos un paso al frente y tratamos el problema subyacente.

Estas son solo algunas de las señales de que un niño puede estar teniendo problemas con la intimidación en la escuela. Como padres, nadie conoce a sus hijos mejor que ustedes. Esté atento a los cambios que están fuera de lo común y asegúrese de mantener una línea abierta de comunicación con los niños. Deben estar seguros de que está bien hablar con usted sobre cualquier problema que tengan, nos guste o no el tema. Cuanto más seguros se sientan hablando con nosotros, más pronto se acercarán a nosotros con problemas de intimidación.