Aprende Inglés a Través de la Tarea de tus Hijos

Ayudar a nuestros hijos con su tarea es una tarea nocturna que muchos padres hacen. A veces, con cambios en el plan de estudios, puede ser un proyecto aterrador. Agregue a esto la barrera del inglés como segundo idioma y, a veces, puede ser imposible. 

Es fácil sentirse frustrado cuando no entendemos el idioma o el trabajo. Para nuestros hijos, es importante que no nos rindamos. Este no es solo un momento de aprendizaje para nuestros hijos, sino también para nosotros mismos. Si elegimos capitalizar la oportunidad, nos ofrece aprender. Aquí hay algunas maneras en que la tarea diaria de nuestros hijos puede ser una educación para nosotros como padres.

Lectura Nocturna

Aprender un nuevo idioma es difícil al principio. La lectura es una de las mejores formas no solo de aprender una nueva tarea, sino también de aprender inglés y su uso adecuado. Lectura nocturna con sus hijos, un amor por los libros mientras le brinda una razón para practicar su nuevo idioma. A través de los libros encontrará que comprende el significado de las palabras que está tratando de aprender. De esta forma, facilita su uso y comprensión.

Se recomienda que se asegure de leer libros en inglés y español con sus hijos. Esto lo ayudará a aprender el nuevo idioma y les permitirá continuar entendiendo su español original.

Lecciones de Inglés

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Ya sea que su hijo hable inglés antes de comenzar la escuela o lo aprenda a través de sus estudios, esto siempre se lo llevará a casa. A medida que su hijo se sienta más cómodo con su nuevo idioma, comenzará a hablarlo en casa. Al escucharlos hablar y preguntarles qué están diciendo, usted también aprenderá inglés. A través de sus conversaciones diarias y sus explicaciones de su tarea, puede que le resulte más fácil aprender este nuevo idioma.

Es común que los niños comiencen a hablar inglés en casa, ya que es todo lo que escucharán de sus maestros y compañeros de clase. Por esta razón, hablar español en casa es vital para su proceso educativo. No solo lo mantendrá fresco en sus mentes, sino que les ayudará a mantener el amor por su primer idioma en una sociedad que se está volviendo más dependiente de los trabajadores bilingües.

Repetición es la Clave

La forma final en que la tarea diaria puede ayudarle a aprender inglés es a través de la repetición. Con todas las tareas de aprendizaje, la repetición es la clave para lograr el éxito. Esto se demuestra en la cantidad de veces que su hijo traerá a casa el mismo tipo de trabajo. 

También es vital que después de pasar a nuevas lecciones para regresar y revisar las lecciones anteriores. Esta repetición mantiene los elementos recién aprendidos frescos en la mente y les permite a usted y a su hijo perfeccionar su uso. 

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El aprendizaje es un proceso continuo. No es una tarea única y debe practicarse para lograr el éxito. Al leer, escribir y practicar inglés mientras hace la tarea de su hijo, aprender inglés puede ser mucho más fácil de lograr. ¿De qué maneras aprendes con tus hijos? Comparta con nosotros sus ideas y prácticas para que todos podamos aprender juntos. 

3 Lamentables Similitudes Entre las Escuelas de Estados Unidos y México

Por Rocio Monroy

Cuantas veces no hemos visto en las películas americanas, imágenes de las escuelas públicas con salones bien equipados, casilleros, bailes de noche con vestidos de gala, porristas y juegos intensos de futbol americano. Pareciera que en estas escuelas solo se trata de socializar y practicar deportes. A muchos nos da envidia porque nos gustaría ser parte de esa experiencia. Sin embargo, la realidad es otra.

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Aunque tal vez haya personas que vivan una vida tipo “High School Musical”, muchas otras ven la escuela como una tortura a la que tienen que asistir todos los días. Además de que la presión social y económica impide que muchas personas terminen de estudiar la escuela básica.

Tomás Moro, escribió un libro llamado Utopía en 1516, en el que relataba sus ideas acerca de una cuidad imaginaria donde los males de la sociedad, como la pobreza y el hambre, era eliminados y la igualdad prosperaba.

No obstante, vivimos en una sociedad donde el dinero habla y ya sea en Estados Unidos o México, las personas que pagan más son las que obtienen una mejor educación, a pesar de que en ambos países todos los ciudadanos deberían acudir a la escuela y la educación debería ser gratuita.

Recursos

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Mientras que los vecindarios ricos tienen todas las oportunidades y mejor educación. Los vecindarios pobres mejor llamados como “Ghetto” en Estados Unidos o “Barrios” en México, comparten algo muy parecido. Las personas que viven en estos lugares, son mal vistos, son los malandros o los delincuentes de la sociedad, y nadie les tiende una mano para salir adelante.

Si nos pusiéramos a pensar, educar a todos por igual, enriquecería a ambos países. Pero por alguna razón, las cosas no son de esa manera.

 Bullying

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Una cosa que cada vez es más común en las escuelas es el bullying. Cada día se publican más y más videos en internet de niños atacando a otros niños. Bullying existe en ambos países y la razón por la que los niños son atacados o acosados es porque lucen o se comportan diferente a la mayoría.

Cuando se trata de bullying, el problema no es el lugar donde vivimos, sino la falta de amor y compasión de los seres humanos en general.

Maestros sin pasión por su trabajo

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El trabajo de educar a niños, no es nada sencillo. En realidad, se necesitan muchos años de entrenamiento, paciencia y amor por el trabajo. No obstante, hay personas que parece que se toparon con un anuncio de “Se Buscan Maestros” y tomaron el trabajo simplemente porque no tenían otra opción.

Tal vez sea la falta de apreciación por el trabajo que hacen los maestros todos los días o el mal salario que se paga en ambos países en esta profesión. Pero una cosa si es por seguro, maestros malos y buenos existen en México y Estados Unidos.  

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Es difícil tomar al toro por los cuernos cuando se trata de la educación de nuestros hijos. Ambos países aún no han resuelto el misterio de la enseñanza perfecta. A todos como padres nos gustaría ver a nuestros hijos superarse y vivir una vida cómoda. Pero los obstáculos con los que nos topamos en el camino, a veces lo hace imposible.

La mejor opción es brindarles apoyo y enseñarles que estudiar es la mejor herramienta en contra de las barreras y obstáculos de la sociedad. Nunca va a ser fácil, especialmente si no tienes dinero para mandar a tus hijos a las mejores escuelas, pero dentro de los mexicanos existe un corazón guerrero y siempre, de alguna forma u otra, saldremos adelante y alcanzaremos nuestros sueños.

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¿Nos olvidamos de alguna diferencia? Dinnos en los comentarios abajo.

5 Consejos para Ayudar a tus Hijos a Integrarse a las Escuelas Americanas

El presidente George W. Bush dijo lo siguiente en cuanto la educación de nuestros hijos, “Cuando se trata de la educación de nuestros niños, el fracaso no es una opción.” Es cierto que, para nuestros hijos, tenemos que hacer todo posible para ayudarles a superarse estando en un nuevo país.

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Las horas del día escolar son pocas y el tiempo que un maestro le pueda dedicar a un estudiante es limitado. Es importante que los padres les ayuden a sus hijos a integrarse participando activamente en el aprendizaje del niño. Al demostrar interés en la educación de los niños, los padres y las familias pueden despertar su interés y dirigirlos hacia un descubrimiento muy importante. Ese descubrimiento puede ser para que sus hijos vean que hay beneficios en estudiar, que pueden ver recompensas y que el aprendizaje puede ser divertido. 

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Hoy en día las escuelas públicas en Estados Unidos están organizadas para recibir niños inmigrantes. Las escuelas públicas de los Estados Unidos están recibiendo significativamente más estudiantes inmigrantes hoy que en las últimas décadas. Según los datos del Censo de EE. UU. el 23 % de los estudiantes en escuelas públicas son inmigrantes.

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Hay mucho que le puede afectar a nuestros hijos estando en un nuevo país y una nueva escuela. Por ejemplo, las diferencias culturales y la religión pueden afectar el comportamiento de ellos. Muchos niños no siempre pueden adaptarse a las diferencias que hay en las escuelas públicas en Estados Unidos. Por eso, nosotros como padres podemos enfocarnos en las siguientes áreas para ayudar a nuestros hijos a integrarse.

Ayuda con el Idioma

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Nuestros niños van a estar inmersos en el lenguaje inglés cuando comiencen a ir a la escuela. La inmersión en el lenguaje les ayudará a poder hablarlo lo más pronto posible. Los niños aprenderán el idioma interactuando con otros niños y adultos que solamente hablan el inglés. Sí hay distritos escolares que tienen programas como ESL (inglés como segundo idioma) donde les apoyan con estrategias para estudiantes aprendiendo otro idioma y a veces les apoyan con el Español. Esto solo es temporal hasta que ellos comiencen a dominar el inglés. Los padres deben saber que en casa se les puede ayudar a sus hijos a dejarlos ver programas de televisión en inglés que les ayudara aprender el idioma más rápido. También los padres pueden llevarlos a eventos en la comunidad para estar expuestos a un diferente vocabulario. A través del tiempo ellos podrán desenvolver el conocimiento del idioma con no solo la ayuda de sus maestros sino de los padres.

Aliente a su niño a leer

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Algo que es muy importante inculcar en su hijo para que tenga éxito en la escuela y también en la vida es ayudarle a leer. La lectura es muy importante para un niño. Es necesario que nuestros hijos nos vean leyendo para animarse ellos mismos. Uno como padre puede leerle un libro cada noche antes de dormir. Es necesario apartar tiempo para poder leerle libros. Si hay distracciones en casa uno tiene que eliminar esas distracciones como la televisión para tener un horario fijo de leer. La lectura ayuda a los niños a superarse en todas sus materias. Aprender a leer es clave para el aprendizaje y como se ha dicho para toda la vida.

Supervise la tarea

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Desde que comiencen a ir a la escuela, nuestros hijos van a tener tarea. Esto es importante porque la tarea respalda lo que ellos aprenden en el salón. Aunque su hijo no quiera hacer la tarea, comparta con ellos que la educación es algo importante y que hay que cumplir con la tarea escolar. Uno puede ayudarle a preparar un área especial en la casa donde ellos se pueden enfocar y hacer su trabajo. También es importante no exigir la perfección total de la tarea. Su hijo está aprendiendo y si le echa ganas uno tiene que hacer todo posible para no desanimarles. Quizás dándoles sugerencias de cómo mejorar sería una mejor manera de ayudar a su hijo. Al hacer eso, quizás pueda imponer a que su trabajo sea revisado antes de entregárselo a la maestra.

Actividades extracurriculares

En las escuelas públicas siempre hay actividades extracurriculares donde uno se puede unir e involucrarse. Esas actividades incluyen deportes como fútbol, basquetbol y futbol americano. Algo que les pueda interesar mucho a nuestros hijos. Aparte de deporte hay clubs y organizaciones de arte, música, teatro y grupos sociales. Estas actividades son formas efectivas de involucrar a los niños para que se sientan incluidos en su nueva escuela. También es una forma donde ellos pueden conocer a otros alumnos y hacer nuevas amistades. Estas amistades hasta les pueden ayudar aprender la cultura y las normas de la escuela mucho mejor. Como padres les debemos dar la oportunidad de que ellos se involucren en estas actividades siendo algo sano y bueno.

 Aliente a su niño a ser responsable y trabajar independientemente

Últimamente, la educación de nuestros hijos está en sus manos. Quizás muchos de ellos tengan oportunidades de asistir escuelas donde ellos pueden obtener una buena educación. Tomar mayor responsabilidad y trabajar independientemente son cualidades importantes para el éxito escolar. Podemos ayudar a nuestros hijos desarrollar cualidades de responsabilidad e independencia. Nosotros como padres podemos imponer reglas en casa como en la escuela para que ellos se acostumbren. Todos los hogares necesitan reglas razonables que los niños comprendan bien y en las cuales se puedan apoyar. Tenemos que hacerle ver a nuestros hijos que ellos son responsables por lo que hacen en casa y en la escuela. Así ellos podrán madurar e independizarse.

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La migración a un nuevo país no es fácil para uno como adulto y menos para nuestros hijos. Cada uno de ellos tendrá que enfrentar el primer día en una nueva escuela en Estados Unidos. Nuestros niños pueden tener éxito con nuestra ayuda y apoyo. Al mismo tiempo ellos necesitan saber que no están solos y que estamos con ellos no importa lo que pase. El fracaso no es una opción para nuestros hijos.

¿Intimidación? 4 Consejos para Lidiar con el Bullying

La intimidación se ha convertido en una epidemia en los Estados Unidos y en muchos otros países. Tenemos niños que se meten con niños, adultos que se meten con adultos, personas que se juzgan por el peso, el color, la religión. La triste verdad de este problema se ve a diario en las escuelas de todo el país. Es hora de que tomemos una posición no solo como padres preocupados sino también como ciudadanos preocupados, contra la violencia que sigue afectando a nuestras escuelas. La pregunta en la mente de todos es ¿qué más se puede hacer? Aquí hay algunas ideas para ayudar a defender a nuestros hijos.

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Hable Con los Maestros

El lugar más prominente en el que ocurre la intimidación es en las escuelas. Este maltrato está ocurriendo en todos los niveles de grado y puede durar años porque los niños tienen miedo de hablar. Nosotros, como padres, necesitamos hablar con los maestros y directores de las escuelas para asegurarnos de que se escuchen las voces de nuestros hijos. También debemos asegurarnos de que se está haciendo algo para manejar la situación. A menudo, el agresor será enviado a casa o suspendido, en algunos casos incluso expulsado. Sin embargo, esto no parece estar funcionando. Después de todo, ¿qué niño no va a estar feliz de perder unos días? Así que estos castigos terminan siendo un descanso para estos niños. Nosotros, como padres, necesitamos trabajar con las escuelas de nuestros hijos para encontrar un mejor remedio para este problema.

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Hable Con los Padres

Cuando su hijo ha sufrido la intimidación del mismo niño más de una vez, comienzan a temer ir a la escuela y ser retirados. Ver a su hijo sufrir es lo suficientemente difícil, pero cuando se trata de algo que le aseguraron que lo cuidaron, eso lo enoja. He sentido este dolor y enojo con dos de mis hijos. Con el primer niño, el castigo de la escuela se hizo cargo del problema. Mi hijo, sin embargo, ha tratado con el mismo acosador durante tres años. Este niño ha destacado a mi hijo y otros niños en su escuela porque son hispanos. En los últimos meses, este tema ha estado en las noticias cada vez más, haciendo que estos acosadores sientan que están justificados en sus acciones. Hemos hablado con las escuelas, para que nos digan que tienen las manos atadas y que ahora está en manos de los padres. Como padres, debemos asegurarnos de que cuando nuestros hijos se están metiendo en problemas entendamos el por qué y trabajemos para resolver el problema. Este es el punto en el que estoy con el acosador de mi hijo. Me puse en contacto con sus padres y les pedí ayuda para poner fin al problema. Sin embargo, este método solo funciona si los padres ponen de su parte y se enfrentan a la intimidación.

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Hable Con su Comunidad

A pesar de que hablar con los maestros y los padres es un buen primer paso, el problema con la intimidación no terminará hasta que cada persona tome una posición en contra de estos actos atroces. Necesitamos hablar con nuestras comunidades y educar a todos sobre el tema del acoso escolar. Trabajar juntos como una comunidad para demostrar que el odio y la intimidación no serán tolerados no solo enviará un mensaje a estos niños, sino también al país en general.

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Defiéndase de la Manera Correcta

Reconocer el problema de la intimidación es solo la mitad de la batalla. Nuestro país y nuestros hijos necesitan que el mundo tome una posición. Es difícil para nosotros enseñarles a nuestros hijos que este comportamiento es incorrecto cuando esto es lo que aparece en las noticias todas las noches. Los políticos están acosando a otros políticos, las religiones a otras religiones, la raza se ha convertido nuevamente en un problema importante, así que hasta que nos levantemos en conjunto contra este problema, ¿qué podemos esperar cambiar en nuestras escuelas? Necesitamos hablar con los legisladores, centros de alcance comunitario, los políticos y cualquier otra persona que escuche hasta que se resuelva este problema.

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Si usted o alguien que conoce está lidiando con la intimidación y necesita un lugar donde acudir, comuníquese con el Centro Nacional de Prevención de la Intimidación de Pacer. Aquí puede encontrar muchos recursos útiles en todo el país.

Mi Primera Experiencia como Mexico-Americano en el Sistema Educativo Americano

Antes de los 11 años de edad, yo jamás había visto la nieve. Hasta ese entonces había vivido en 2 pueblos del sur de Texas, y la primera vez que vi la nieve en carne propia sobrevolaba las Rocallosas en un Boeing 777.  En el descenso hacia la Ciudad de Salt Lake City, apareció frente a mí un valle cubierto de nieve, totalmente blanco, y en medio de ese valle una ciudad llena de luces. Hacia el norte se divisaba un gran Lago, tan grande que parecía un mar. Todo aquello visto desde las alturas, a esa edad, me hizo pensar que arribaba yo a un lugar que solo existía en cuentos.

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El primer día fue sencillo. Conocimos la nueva casa, el nuevo supermercado, la nueva comida. Todo se veía bonito. Era como un lugar donde la Navidad era eterna. Pero mi padre, quien siempre ha seguido al pie de la letra el refrán de “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, me levanto temprano la mañana siguiente y me dijo que me vistiera para ir a la escuela.

“¿Escuela? ¡Pero si apenas llegamos ayer! ¡Y aquí ni escuela tengo!” Respondí medio dormido, y, esperanzado de que aquello fuera solo una mala broma, volví a cerrar los ojos y me enredé en las cobijas. 

“¡Por eso! Levántate y vístete, te vamos a llevar a tu nueva escuela para inscribirte.”

 “¡Pero si ni uniforme tengo!” Proteste una vez más.

“Aquí no usan uniformes. Ponte tu ropa normal. Y apúrate para que desayunes, tu mamá está haciendo huevitos y hot cakes.”

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Después del desayuno mi mamá me llevo a la escuela que quedaba a unas cuadras de nuestra casa. El edificio era bonito. Su arquitectura e interiores tenían una influencia escandinava. Todo estaba muy limpio y tenía un olor académico. Ese fue quizás el primer contraste que encontré con las rusticas y a veces sucias aulas de mis escuelas en México. Pero el cambio más obvio fue el idioma. Aunque nací y siempre había vivido del lado americano, mi educación hasta  el quinto año fue del lado mexicano y el único idioma que hablaba era el español.  En 1986 la población latina de Salt Lake City era casi inexistente. Por lo que la conversación con el personal de la escuela podría ser complicada. Pero mi mamá hablaba inglés, por lo tanto ella se encargó de las gestiones. Después de un breve rato en la oficina, con una amable atención, la Directora de la institución salió a conocernos y ayudó a expeditar los tramites de mi inscripción. Luego fui acompañado a mi nuevo salón, donde Mrs. Nielsen, mi nueva maestra de 5to año, me presento con mis nuevos compañeros. Admito que no puedo dar una relación exacta de todos los hechos de ese día, ya que el único inglés que había escuchado hasta entonces era el de las caricaturas de los Sábados por la mañana. Ese día solo me senté en mi nuevo pupitre como un observador. Al día siguiente, el distrito escolar me asigno una tutora de inglés. Todas las mañanas la señorita Carvalho iba por mí al salón y me llevaba a la biblioteca, donde me impartía sus clases.

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El dicho de que los niños son como esponjas debe ser cierto, ya que una mañana, después de solo cuatro semanas, la señorita Carvalho fue por mí como de costumbre, solo que esta vez no me llevo a la biblioteca, sino a la oficina de la Directora.

“I have nothing further to teach him.” Le dijo  la señorita Carvalho a la Directora con un leve acento portugués. “The kid speaks better English than I do now! And he doesn’t even have an accent!”

Mrs. Nielsen se reunió con mis padres esa misma tarde. Les comunico que me incorporaría a sus clases y que había determinado que me mandaría al salón de 6º año para la clase de matemáticas. Aparentemente el nivel de aritmética impartido en México era más avanzado que el de ahí. Escuchar tal noticia nos llenó a mis papás y a mí de orgullo.

“I have to be honest with you.” Les dijó Mrs. Nielsen a mis padres con mucha emoción, “When I first met your kid, I felt sorry for him. I thought, what a terrible situation for a young boy, not knowing the language, not being able to communicate and join in school activities and make friends. But gosh darn it if not just one month later I was saying to myself: ‘Well son of a gun! He’s the smartest kid in class!’”  Los comentarios de Mrs. Nielsen  produjeron en mis padres una gran sonrisa, y en mi un ego un poco más agrandado.

Lo importante de esta historia, sin embargo, fue esa primera impresión. Hoy en día vivimos en otros tiempos y es más difícil escuchar historias así. Estoy seguro que en la actualidad sería más difícil tener una transición así de fácil del sistema educativo mexicano hacia el americano. He viajado por todo Estados Unidos, y definitivamente hay lugares donde el racismo se siente más fuerte que en otros. Antes, en lugares  donde la población inmigrante era baja, como en Salt Lake City, el racismo era casi imperceptible. Pero con el aumento de la inmigración latina al territorio americano, definitivamente se ha sentido un cambio. Aun así, eso no debe desalentar a nadie. En términos generales, en todos lados existirá gente xenofóbica y gente buena, inclusive en México o en el resto del mundo. El tema también tiene que ver con cómo se comporta uno ante el racismo.

Recientemente en una fiesta en Estados Unidos donde yo era el único latino, conversaba con un grupo de amigos. En eso note que un Joven, caucásico, de veintitantos, se me quedaba viendo desde el otro lado de la fiesta. Después de unos minutos, el joven se tomo otro sorbo de su cerveza y se acercó a nuestro grupo.

“Hey man, like, what race are you, bro?” Me preguntó el joven abruptamente, causando un breve silencio incomodo entre los de mi grupo.

“I am of the human race, brother.” Le respondí sonriente, y eso ayudo un poco a romper el hielo.