Empezando Mi Propio Sueño Americano

Mexicana de nacimiento en la capital del país, antes llamado Distrito Federal (DF) hoy Ciudad de México. Culturalmente en mi generación (1980’s). Durante mi adolescencia escuchaba que había una gran nación ‘superior’ a la nuestra. Se decía en la escuela, en la familia, incluso en la convivencia con las amistades y en fiestas. No se hablaba de la superioridad como tal, pero por las expresiones lo captaba, era como una comunicación subliminal. Por supuesto había personas que iban en contra de esas ideologías, siempre defendiendo nuestras raíces, nuestra tierra, nuestra cultura. Sin embargo, pocos eran.

En aquel tiempo yo ignoraba un poco de geografía cultural, en la escuela me habían enseñado los estados y capitales de México y también las capitales de los países ‘mas importantes’. Sin embargo, los profesores raramente hablaban de la cultura en diferentes localidades, incluso de nuestras localidades vecinas y ni qué decir de los estados contiguos.

La familia de mi papá reside en Ciudad de México y la de mi mamá se esparció entre Querétaro, Guanajuato y San Luis Potosí. Cada que eran vacaciones (o veranos, como les dicen aquí en USA) me trasladaba para esos estados. Para mí era lo mas parecido a lo que se le conoce como diversidad cultural, o el termino ser foráneo, coloquialmente conocido como ‘Tu no eres de aquí’.

Observaba las diferencias en aquellos estados y cabe mencionar, son estados vecinos, pegados unos con otros y aun así me sentía como estar lejos de donde pertenecía. Comparaba cada comportamiento, comida, expresión, cuidados, y maneras de abordar las situaciones que se presentaban. Unas me parecían agradables, otras desagradables, otras muchas mas curiosas e incluso divertidas, sin embargo, después de algunos días añoraba regresar a mi casa, a mi lugar de pertenencia. Me gustaba mucho viajar y conocer nuevas formas de vida, ya que siempre regresaba con un aprendizaje de ‘lo que hay allá afuera’, pero lo que mas me confortaba era saber que regresaría a donde pertenecía o, dicho coloquialmente’, de donde yo era’.

Y pensándolo bien, no solamente cuando viajaba me sentía foránea. Incluso dentro de mi ciudad también, cuando me cambiaba de colegio, mis padres me cambiaron muchas veces de primaria y secundaria (lo que aquí en USA se conoce como elementary y middle school) y al llegar por primera vez (o muchas primeras veces) yo era la nueva, la que no es de aquí, la que empieza un nuevo trayecto. Todo para mí siempre fue adaptarme al cambio, lo que me generaba mucho estrés, por las nuevas cosas que acontecerían, y mi carácter introvertido.

Volviendo al tema principal, siempre que me topaba con el tema de USA, tenia implícito el engrandecimiento de lo que significaba ese país. Desde muy temprana edad algunas compañeras de escuela presumían el haber ido en vacaciones a Walt Disney en Florida, o el simple hecho de haber visitado a sus familiares de allá. Cosas tan cotidianas como ‘mis tenis que me trajeron de Estados Unidos’, o el ‘comí una hamburguesa’ otra vez como en Estados Unidos. Tanto era el presumir o hablar algo acerca de allá que culturalmente lo adoptabas como algo superior, era ya tan normalizado.

Al pasar los años, yo entrando a la educación de nivel Medio Superior (conocido en USA como High School) debido a la situación económica por la que cruzaba mi país, mis padres sin haber terminado sus estudios y yo en colegios particulares, mi mama se queda sin trabajo, es ahí donde decide migrar a los Estados Unidos, sola, sin papeles y con la esperanza de construir un futuro para mi. Un sueño americano. Es ahí donde quizás iniciaría mas tarde mi nueva historia…